Los símbolos del aguinaldo caraqueño
La Capilla está abierta y el Conjunto América celebran sus 73 años desde El Retiro a Sarría
Resulta imposible hablar de las navidades caraqueñas sin citar el aguinaldo La capilla está abierta,
la historia de fe que envolvió a María Nicomedes Hernández de Díaz
junto a su familia, y al Conjunto América y su tradición musical
preservada por más de 70 años.
Para Silvia Piñango, directora de la agrupación, la Navidad es
devoción a la sagrada familia y al Niño Jesús. Ella nos dice: “Mi casa
se viste de Navidad desde el 1° de diciembre y lo principal es el
nacimiento y los aguinaldos. La Navidad es renacer de la vida y nuestra
devoción al Niño Jesús como figura universal. Siempre decimos: Jesús de
la misericordia en ti confío”.
Tanta es la devoción con el Niño Jesús que su madre murió el 16 de diciembre de 2014 y el día 24 cantaron en La Capilla.
Inicio de la tradición
“Nuestro grupo”, nos cuenta Silvia, “nace de un milagro que Jesús,
María y José hicieron a mi abuela María Nicomedes y a Hilario, su hijo.
La abuela supo de la devoción en La Capilla de Sarría y llegó cuando aún
vivía la Iluminada de Sarría: Dolores Rengifo de Ramírez. Contaba la
abuela que Dolores vino con el milagro del pan, que cuando lo fue a
picar en su interior estaba la palabra Jesús”.
En Sarría aseguran que Dolores escuchaba la voz de Jesús, María y
José y ellos pidieron construir La Capilla que hoy se mantiene abierta a
la feligresía donde el pan es ofrenda permanente en ese espacio de
oración y espiritualidad. María Nicomedes se hizo devota y siempre pedía
por la salud y protección de sus hijos. Hubo un tiempo en que ella notó
a su hijo angustiado y le preguntó si tenía algún dolor o estaba
enamorado. Ante el silencio del joven, se arrodilló frente a la imagen
de la Sagrada Familia y le pidió ayuda.
Días después Hilario habló: “Mamá, fui a tocar a una fiesta, conocí a
una dama, bailó conmigo y me dijo que podía visitarla en su habitación.
Toqué mi set, fui a la terraza y se me apareció un señor de liqui-liqui
gris con el cabello blanco, me colocó la mano en el hombro y me dijo:
Negro, no vayas con esa mujer que te está invitando a su habitación,
porque ella es la esposa de un Coronel y si ese hombre te encuentra allí
te va a matar y te va a volver picadillo, y si vas se acaba el Negro,
se desaparece, y me insistió: júrame que no vas a ir”.
Hilario le manifestó que sintió un escalofrío, sacó su reliquia y le
dijo: “Señor, se lo juro por esto”, pero el hombre ya no estaba, lo
buscó y no lo encontró.
Al escucharlo la abuela le dijo: “Fue un milagro de Jesús, María y
José, seguro ibas a morir. Ahora dejas ese conjunto y vamos a hacer el
nuestro de aguinaldos, yo haré unos aguinaldos y pagaremos la promesa a
ellos por haberte salvado la vida”.
Era el año se 1946. La abuela no sabía leer ni escribir y trabajaba
en una casa de familia del Country Club. Un día, esperando el autobús,
le vino a su mente la canción y comenzó a entonar: La capilla está abierta de noche y de día, rezaremos todos tres Ave María…
Llegó a casa y le dijo a su hija Atilia: “Busca papel y lápiz que tengo
una canción que te la voy a dictar”. Desde ese día cantan a Jesús,
María y José. Desde ese día compuso mientras cocinaba, cuidaba a los
hijos o velaba el sueño de la familia. Hasta mayo de 1985 cuando
falleció y dejó un legado de más de 300 aguinaldos.
El Conjunto América nació en la parroquia Altagracia, en La Vuelta de
los Eucaliptos, hace 73 años, como un grupo de niños, y hoy se congrega
en la 1era calle de El Retiro. La tía Pola, tenía 10 años cuando cantó
por primera vez el aguinaldo.
Cada año, después del 15 de septiembre, inician los ensayos. La
promesa a la Sagrada Familia se paga el 24 de diciembre en La Capilla de
Sarría y el día 26 realizan la novena al Niño Jesús, cantando a los
pesebres de casa en casa, en el sector El Retiro.
La abuela tenía musa para componer sus letras:
“Los pastores nos dejaron el recuerdo más bonito/
cantando los aguinaldos al niño Jesús bendito/
con humildad y gran cariño, reverencia y buena fe/
les diremos unos versos a María y a José”.
Y Aguinaldos nuevos se escriben todos los años:
“Silencio, esta es la hora de entrar/
calladitos, calladitos, no se vaya a despertar/
porque si lo despertamos él se nos pone a llorar”.
Silvia dirige el conjunto desde 1973. Antes fueron la abuela y mamá
Atilia. José Gregorio Hernández es el director musical y tresista.
Silvia nos narra que José G. no sabía tocar el tres. El 25 de diciembre
de 1979 muere su padre, tresista del grupo, y al año siguiente él tomó
el tres y comenzó a ensayar. La noche del 23 soñó con su papá que le
decía: “No te preocupes hijo, yo tocaré contigo”, y a partir de ese
momento es el tresista.
La tradición de familia regada por el mundo
Del grupo han surgido músicos de trayectoria internacional: Juan
Pulía, padre e hijo, Carlos Esposito, Sanova, Carlos Luis, María
Alexandra y otra generación crece: Alexander, tamborero desde los dos
años; Santiago, el tataranieto, toca las maracas; Beatriz y Argelia
cantan y componen. Su familia es como los Buendía, pero marcados por la
Navidad y el amor.
La abuela nunca quiso hacer negocios con los aguinaldos. Mucha gente cree que La Capilla está abierta
es del Conjunto de Jesús, María y José. Nos cuenta Silvia: “Ese
aguinaldo lo grabaron ellos. Les encantaba y lo pidieron prestado para
cantarlo, no para grabarlo. Luego tuvieron la posibilidad de grabar y el
productor les dijo: ‘Lo primero que van a grabar es La Capilla, y si no graban no hay negocio’”.
Un día Hilario, viajando a Lara, escuchó la canción en un local y al
llegar a Caracas comentó a la abuela que en un botiquín estaba sonando
su aguinaldo. “¿Y quién lo grabó?”, preguntó la abuela y luego comentó:
“Si ellos lo grabaron está bien, no quiero nada, cuando yo me le
arrodillé a Jesús, María y José nunca le dije esto es un negocio, porque
para mí esto es una fe”.
El conjunto aún no materializa el proyecto de grabar un disco, pero
el grupo y sus aguinaldos gozan de reconocimiento, Chacao lo declaró
Patrimonio Cultural y su aguinaldo fue grabado por el Coro Infantil
Venezuela, Cecilia Todd y Los Tucusitos, entre otros.
Finalmente expresa Silvia: “Queremos seguir cantando. Tenemos que
cambiar la mentalidad de consumo para tener mejor familia, mejor país y
desde nuestro canto contribuimos para ello. La permanencia del grupo en
el tiempo, la sostenemos desde la fe. Aquí estamos, hasta que Jesús,
María y José diga.
Es tradición recibir la Navidad en Sarría y la mantendremos siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario