Palabreo
de la Loca Luz Caraballo - Andrés Eloy Blanco
Los deditos de tus manos
los deditos de tus pies
uno, dos, tres, cuatro, cinco
seis,
siete, ocho, nueve y diez
Anónimo
De Chachopo a Apartadero
caminas, luz Caraballo,
con violeticas de Mayo,
con carneritos de enero;
inviernos del ventisquero,
farallón de los veranos,
con fríos cordilleranos,
con riscos y ajetreos,
se te van poniendo feos
los deditos de tus manos
La cumbre te circunscribe
al solo aliento del nombre,
lo que te queda del hombre
que quién sabe a dónde vive;
Cinco años que no te escribe,
Diez años que no lo vez,
y entre golpes y traspiés,
persiguiendo tus ovejos,
se te van poniendo viejos
los deditos de tus pies
El hambre lleva en sus cachos
algodón de sus corderos,
tu ilusión cuenta sombreros
mientras tú cuentas muchachos;
una hembra y cuatro machos,
subida, bajada, brinco
y cuando pide tu ahínco
frailejón para olvidarte,
la angustia se te reparte
uno, dos, tres, cuatro, cinco
Tu hija está en su serrallo,
dos hijos se te murieron,
los otros dos se te fueron
detrás de un hombre a caballo
“La Loca Luz Caraballo”
dice el decreto del Juez,
porque te encontró una vez,
sin hijos y sin carneros,
contandito los luceros,
seis, siete, ocho, nueve, diez
inviernos del ventisquero,
farallón de los veranos,
con fríos cordilleranos,
con riscos y ajetreos,
se te van poniendo feos
los deditos de tus manos
La cumbre te circunscribe
al solo aliento del nombre,
lo que te queda del hombre
que quién sabe a dónde vive;
Cinco años que no te escribe,
Diez años que no lo vez,
y entre golpes y traspiés,
persiguiendo tus ovejos,
se te van poniendo viejos
los deditos de tus pies
El hambre lleva en sus cachos
algodón de sus corderos,
tu ilusión cuenta sombreros
mientras tú cuentas muchachos;
una hembra y cuatro machos,
subida, bajada, brinco
y cuando pide tu ahínco
frailejón para olvidarte,
la angustia se te reparte
uno, dos, tres, cuatro, cinco
Tu hija está en su serrallo,
dos hijos se te murieron,
los otros dos se te fueron
detrás de un hombre a caballo
“La Loca Luz Caraballo”
dice el decreto del Juez,
porque te encontró una vez,
sin hijos y sin carneros,
contandito los luceros,
seis, siete, ocho, nueve, diez
De: Poesia. Andrés Eloy Blanco.
Fundación Biblioteca Ayacucho (2007)
Fundación Biblioteca Ayacucho (2007)
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