jueves, 26 de noviembre de 2015

Sofía vuelve a nacer multiplicada. Aquarela del Sol Padilla y su libro Acordes del mañana A diez años de su publicación









Sofía vuelve a nacer multiplicada

Aquarela del Sol Padilla y su libro Acordes del mañana

A diez años de  su publicación



Por José Javier Sánchez


Porque hoy no podemos dejar de cantarle a la vida
Porque hoy no dejamos de alzar nuestra voz colectiva
rompemos la tristeza con golpes de alegría,
Cantata a Fabricio Ojeda
Gloría Martín


Aquarela del Sol Padilla, logra con su libro Acordes del mañana posicionar en los lectores venezolanos una voz que romperá el canon tradicional de la novísima poesía venezolana. En la primera edición del Certamen Mayor de las Artes y las Letras, también conocido como “Cada día un libro” organizado por el Vice Ministerio de Cultura, a través de la Dirección de Literatura del desaparecido Conac, en el año 2005, sobresale con una obra que dará mucho de qué hablar entre los amantes y seguidores de la joven poesía venezolana.


Aquarella del Sol Padilla joven y profunda poeta, nacida en Caracas en 1988, se abre paso en las letras venezolanas con su ópera prima Acordes del mañana, para de una manera sensible y estremecedora empoderarse del sentimiento de un país y de una sociedad, tantas veces fracturada por la opresión, por el abuso del poder político y económico, por el silencio sitiado para los que soñaban, pretendían, apostaban y/o construían un mundo mejor


De niña, fue músico, intérprete de violín en el conservatorio de Música Vicente Emilio Sojo, pero decidió abrirse paso a otros universos menos fragmentarios para el aprendizaje, para el saber. La música es algo que jamás ha abandonado, es algo que ama, que sigue, que cultiva en distintos escenarios. Hay música en sus fotografías y en sus poemas, sobretodo en su estructura donde innovan en la rítmica y en la sonoridad.


Pero su música no milita con la academia sobre todo con la estructura y rigidez de las grandes academias, de las grandes orquestas, la música de sus poemas milita con la nueva canción latinoamericana. Su música germina con el canto que se gesta en los movimientos sociales, en la movida cultural, en las nuevas propuestas, en el sueño por inventar, en el poema renovado a través de cada uno de los acordes que componen este libro


Desde su libro Acordes del mañana podemos establecer un diálogo no intencionado entre la poeta y autores vanguardistas como Miguel Hernández y César Vallejo quienes colocaron su pluma al servicio de las causas justas, de las causas sociales, de los desfavorecidos, atropellados, desaparecidos por los sistemas oligarcas, y que fueron movidos por la valoración y el reimpulso de los sueños de hombres y mujeres que dieron su vida, libertad y aliento al servicio de la Gran Poesía.


Miguel Hernández el gran poeta español apuntaló su pluma a exaltar el valor de los humildes, de los que no formaban parte de la tiranía, de los que resistieron desde el trabajo, desde la humildad, desde el afecto distinto, para ellos cantó:

“Mi vida es una herida de juventud dichosa.
¡Ay de quien no esté herido, de quien jamás se siente
Herido por la vida, ni en la vida reposa
Herido alegremente!
(…)
Para la libertad sangro, lucho, pervivo
Para libertad, mis ojos y mis manos,
Como un árbol carnal, generoso y cautivo,
Doy a los cirujanos”[1]


En este libro la poeta transita con la herida hecha a su pasado, herida alimentada por los sueños, por la esperanza, pero sobre todo por la conciencia que se gesta un futuro mejor con ella como corresponsable. Este libro moverá en el lector los cantos de Miguel Hernández no como eco sino como inconsciente colectivo que circula por la sangre de Aquarela y que se cuela en sus acordes:


“Entonces me invento mis soles,
                                                   mis nubes
me recreo en los jardines
sobrevuelo la esperanza malgastada
busco rostros apacibles
en el ir y venir sobre los rieles”[2]



La poeta peruana Rocío Silva Santisteban, a quien respeto altísimamente por su trabajo poético, por su trabajo social y su sensibilidad, y quien nos visitó en la 4ta edición del Festival Mundial de Poesía de Venezuela le responde en una entrevista escrita al gran Julio Ortega  algo con lo que me permito aproximar esa sensación  de Aquarela al escribir:


“…una a veces escribe por un pálpito; otra veces para sacarse algo de encima. Como profilaxis. A veces el ritmo esta martillando antes que la imagen, otras la imagen se come todo tipo de posibilidad de ritmo… A veces una tiene como motor una idea, abstracta absolutamente, no vinculada a imagen o tropo poético alguno, y entonces el camino de la escritura es el parsimonioso ejercicio de darle alguna forma… “  [3]


Y cito a Rocío Silva Santisteban porque en estas dos poetas siento una movida social avasallante contra los sistemas opresivos.


Aquarela es la voz de los que han tenido voz desde el fusil, desde la protesta de calle, desde la sensibilidad social, desde el poema leído en voz alta, desde el gesto y el acto de escuchar las canciones de Gloria Martín, la Cantata Fabricio Ojeda, la Nueva trova cubana, a Silvio y Pablo, pero también desde su lectura sentida de Gustavo Pereira, Víctor “El Chino” Valera Mora y Roque Dalton.


Me aproximo a estos versos y en ellos leo el registro de otra época. Una época que envuelve a héroes anónimos. En este libro se presencia el registro de una época, de un sentimiento y de un ideal, sustentados en sueños revolucionarios, presentados desde la visión de la autora como la coprotagonista, como hija de la conspiración y de la lucha clandestina por la revolución.


Acordes del mañana es el producto de una formación política e ideológica con sustento en el afecto familiar y en los valores. Desde esta obra nos aproximamos a la militancia que se construye desde la formación en la familia, con los amigos de los padres, con los tíos militantes que frecuentan la casa familiar, que hablan de una sociedad idealizada por la revolución y que crecen, se desarrollan y viven cumpliendo con una disciplina revolucionaria.


Este libro es la manifestación de un espíritu formado desde esa compañía, esa presencia perenne, y desde ese aprendizaje, del saber leer la época, desde la mirada, desde el rol, desde el compromiso que toca a los hijos de los revolucionarios, de los utópicos. La utopía se asume desde la cotidianidad, la cotidianidad es alimentada por el espíritu de la conspiración y la voz de este libro no es la voz del líder revolucionario, no es la voz del mártir, es la voz del que acompaña y sabe nutrirse de cada atmósfera, de cada aire, de cada conversa, de cada canción, de cada poema leído en voz alta, de cada café o té compartido en rededor de una conversa militante.


La clandestinidad se construye en familia en una escala de valores donde el niño, el joven, el padre y la madre saben cuándo y de qué hablar. Donde el niño reconoce el peligro de la represión y hace crítica, donde cuestiona a un sistema que toca a las multitudes a través de la proliferación de la represión, la violencia, la corrupción y los antivalores.


Este libro evoca en mí una época juvenil que abrió las puertas a las filas de la revolución desde la militancia sustentada en la sensibilidad social, en la utopía de la construcción de una sociedad sin clases sociales, sin ricos ni pobres, sin polizontes ni milicos.


Este libro es en mi opinión el registro de una intensa experiencia de sensibilidad vivida en el terreno de los revolucionarios, el afecto de este libro no es el afecto de los pequeños burgueses, ni de los melómanos salseros, ni de las hermanitas descalzas: es el de los revolucionarios. 


En Acordes del mañana Sofía es la utopía cultivada en el espíritu, el sueño porvenir, es la tarea futura de cada soñador de revoluciones. Sofía es la semilla que germina para reinventar el mundo desde el sueño labrado con trabajo con ética revolucionaria:


“¿QUIÉN ES SOFÍA?”
Sofía ama. Sofía sueña. Sofía siembra. Sofía es néctar. Sofía hermosa. Sofía cuenta mariposas. Sofía lucha. Sofía sabe. Sofía señala. Sofía recuerda. Sofía no perdona. Sofía no olvida. Sofía tiene miedo Sofía no llora (…).
Vuelve a nacer multiplicada”[4] 

En el Poema “Adentro se lloraba el amor recibimos una postal desde la clandestinidad materna, la clandestinidad militante y conspirativa a favor del hombre nuevo. En este poema la madre es la memoria de la represión sufrida por los mártires de los años sesenta y la poeta de manera profundamente sensible nos dice:


“Nunca vi morir a los nuestros
Pero bebí su sangre de tu seno
Que adentro se lloraba el amor”.[5]


En este libro nuestra autora se asume como hija del futuro como corresponsable de la construcción de un mundo mejor:



“Aprendimos a remedar los jirones del horror
Cultivar la esperanza
Sin jardín

(…)
Comprendimos que la vida del que lucha
No se acaba
Reverdece en nuestras manos
(…)
Estamos
Vivos
Para siempre
Y de pie”[6]



Acordes del mañana es un libro que nos sorprende desde la primera página, desde el primer epígrafe, desde el primer aliento de la poeta, en cada poema que sucede nos vamos cargando de una sensibilidad, de una nostalgia, de una memoria. Es un libro escrito por Aquarela aproximadamente a sus dieciséis años, y es un libro que nos da lecciones de vida.


El verso comprometido con el hacer, con la praxis, con el sentir desde la piel desde la entraña.


La poeta después de diez años sigue militando con la poesía desde la fotografía, desde el audiovisual, desde la formación que ha gestado en los niños de sectores humildes como es el caso de los niños del barrio Las Torres de Los Mecedores a los que acompañó desde el aliento de Sofía, a desarrollar talleres de foto-lata que les permitieran dibujar el mundo desde su mirada infantil, fresca.


Hoy, diez años después, nuestra poeta prepara una nueva propuesta literaria desde la casa madre Monte Ávila Editores y estamos seguros de que su voz,  su lente, su aliento, seguirán apuntando para preservar cada paso logrado por los revolucionarios y podrá con armonía continuar afinando melodías y rítmicas para proseguir construyendo los Acordes del mañana. Acordes que florecen en cada conquista en los espacios del amor, de la solidaridad, del trabajo colectivo, del respeto al otro y  del respeto a uno mismo.


Sus acordes seguirán llegando para hacerse canción, poema, grito, batalla y victoria. Para abrir sendas a los nóveles poetas, con una sensibilidad social que me estremece. Pero sobre todas las cosas, la poesía de Aquarela del Sol Padilla seguirá germinando, floreciendo y estallando para preservar un espacio que ya se ha forjado en las alturas de nuestra poesía venezolana.






[1] HERNANDEZ, Miguel. Poemas sociales, de guerra y muerte. Madrid. Alianza Editorial. 1977.
[2] PADILLA, Aquarela del Sol. Acordes del Mañana. Colección Cada día un libro. Caracas. Ministerio de la Cultura. Consejo Nacional de la Cultura. 2005
[3] ORTEGA; Julio. El hacer poético. Vol. II. Colección Testimoniales. Caracas. Monte Ávila Editores. 2012
[4] PADILLA, Aquarela del Sol. Acordes del Mañana. Colección Cada día un libro. Caracas. Ministerio de la Cultura. Consejo Nacional de la Cultura. 2005
[5] Ibidem
[6] Ibidem






martes, 20 de octubre de 2015

Pajarito que venís tan cansado, de Ramón Palomares.





PAJARITO QUE VENÍS TAN CANSADO


Pajarito que venís tan cansado

y que te arrecostás en la piedra a beber

Decíme. ¿No sos Polimnia?

Toda la tarde estuvo mirándome desde No sé dónde

Toda la tarde

Y ahora que te veo caigo en cuenta

Venís a consolarme

Vos que siempre estuviste para consolar

Te figurás ahora un pájaro

Ah pájaro esponjadito

Mansamente en la piedra y por la yerbita te acercás

-“Yo soy Polimnia”

Y con razón que una luz de resucitados ha caído aquí mismo

Polimnia riéndote

Polimnia echándome la bendición

-Corazón purísimo.

Pajarito que llegas del cielo

Figuración de un alma

Yo quisiera yo meterte aquí en el pecho

darte de comer

Meterte aquí en el pecho

Y que te quedaras allí

lo más del corazón. 


Ramón Palomares





sábado, 3 de octubre de 2015

Palabreo de la Loca Luz Caraballo


















Palabreo de la Loca Luz Caraballo - Andrés Eloy Blanco



Los deditos de tus manos
los deditos de tus pies
uno, dos, tres, cuatro, cinco
seis, siete, ocho, nueve y diez

Anónimo




De Chachopo a Apartadero
caminas, luz Caraballo,
con violeticas de Mayo,
con carneritos de enero; 
inviernos del ventisquero,
farallón de los veranos,
con fríos cordilleranos,
con riscos y ajetreos, 
se te van poniendo feos 
los deditos de tus manos 

 

La cumbre te circunscribe 
al solo aliento del nombre, 
lo que te queda del hombre 
que quién sabe a dónde vive; 
Cinco años que no te escribe,
Diez años que no lo vez,
y entre golpes y traspiés,
persiguiendo tus ovejos,
se te van poniendo viejos
los deditos de tus pies 
 


El hambre lleva en sus cachos 
algodón de sus corderos,
tu ilusión cuenta sombreros 
mientras tú cuentas muchachos;
una hembra y cuatro machos,
subida, bajada, brinco 
y cuando pide tu ahínco 
frailejón para olvidarte, 
la angustia se te reparte 
uno, dos, tres, cuatro, cinco 

 

Tu hija está en su serrallo, 
dos hijos se te murieron,
los otros dos se te fueron 
detrás de un hombre a caballo
“La Loca Luz Caraballo” 
dice el decreto del Juez, 
porque te encontró una vez,
sin hijos y sin carneros,
contandito los luceros,
seis, siete, ocho, nueve, diez





De: Poesia. Andrés Eloy Blanco. 

Fundación Biblioteca Ayacucho  (2007)




martes, 29 de septiembre de 2015

Biblioteca Ayacucho invita al taller de creación literaria: Tres voces y una época en Ramón Palomares, Juan Calzadilla y Gustavo Pereira


Biblioteca Ayacucho invita al taller de creación literaria:  
Tres voces y una época en 
Ramón Palomares, Juan Calzadilla y Gustavo Pereira







30/09/2013. Continuando con la programación que viene realizando la Biblioteca Ayacucho en el marco de la celebración de su 41 aniversario, y con el fin de promover la lectura de las obras literarias más importantes de los clásicos latinoamericanos, este jueves iniciará el taller de creación literaria: Tres voces y una época en Ramón Palomares, Juan Calzadilla y Gustavo Pereira

La invitación es para aquellas personas que quieran profundizar en el conocimiento de la poesía venezolana y que deseen incursionar en la escritura y lectura poética. La actividad estará a cargo del poeta José Javier Sánchez y se realizará: Librerías del Sur Teatro Teresa Carreño, desde las 3:00 pm hasta las 5:00 pm, todos los jueves, iniciando desde este jueves 1 hasta el 29 de octubre.

El taller es completamente gratis y al finalizar el taller se entregará un certificado o constancia. Si estás interesad@ envía un correo con tus datos personales (nombres, apellidos, cédula de identidad, dirección) a los siguientes contactos o comunícate a nuestros teléfonos o formaliza tu inscripción el primer día del taller: Correo: prensa@bibliotecayacucho.gob.ve

Este encuentro busca, promover y valorar la obra de los autores presentes en la Biblioteca Ayacucho desde de la apreciación literaria y estimular en los participantes la expresión escrita como forma de socialización de la lectura y de encuentro entre el hombre y su lenguaje.

Puntos a desarrollar: La lectura sensible. El hacer sentir y hacer pensar de la literatura. La expresividad literaria o lectura escritura. Ser de poesía. Poesía como manifestación natural y poema como expresión literaria - La pesca de Imágenes -La decantación como camino de la expresividad - El poema como síntesis de la experiencia

Objetivo del taller: Promover y valorar la obra de los autores presentes en la Biblioteca Ayacucho desde de la apreciación literaria y estimular en los participantes la expresión escrita como forma de socialización de la lectura y de encuentro entre el hombre y su lenguaje.

Dirigido a: Aquellas personas que quieran profundizar en el conocimiento de la poesía venezolana y todo público de cualquier edad que desee incursionar en la escritura y lectura poética.


Prensa. Fundación Biblioteca Ayacucho

viernes, 25 de septiembre de 2015

"El Chino" Victor Valera Mora en tus 80 años más vivo que nunca







"El Chino" Víctor Valera Mora en tus 80 años más vivo que nunca

Hace 80 años viniste a este mundo desde Valera, un pueblo del estado Trujillo, una tierra de poetas, un territorio donde la poesía clásica, telúrica, vanguardista, costumbrista, junto al surrealismo, dibujaba la poesía de nuestro siglo XX.

Hablar de ti en tus 80 años, implica celebrar todos los testimonios sobre tu vida dejados en el papel, desde la pluma de Earle Herrera, Gabriel Jiménez Emán, Carlos Noguera. Es celebrar cada historia contada desde el amor, el desenfado, el humor, la grandilocuencia del Catire Hernández de Jesús.  Pero lo mejor de hablar de ti es recordar cómo te conocí. 

Estando en una plaza pública de esta ciudad de Caracas, con dieciseis años a cuestas, conocí a una chica de cabellos rubios como tu chica de la facultad de Farmacia. Ella te había leído en la Central, en tierra de nadie, en el pasillo de Ingeniería, en Sierra Maestra. Me habló de ti con tanta propiedad con tanta magia que me enamoré de esa muchacha y le mentí al decirle que claro que te conocía. Amanecí de Bala, pensé en ese momento, debe ser un tratado comunista de la guerra hecho verso y comencé a buscarte por todas partes.

El viejo José Félix el Malo, el conejo, trabajaba en reproducción de Cesap. Fui a buscarlo a él y claro que él te conocía, te leía y te divulgaba.  Me dio Amanecí de Bala, tu poema, reproducido clandestinamente en un multígrafo. Allí supe que los discursos de las revoluciones estaban cargados de amor y allí comencé el camino para beberte, para leerte para  colectivizarte.

Luego la negra, Aracelis García, me habló de ti, tiempo después, cuando coincidimos en un club de Novela que ella gerenciaba para el Banco del Libro en Altamira. Ellos te leían no allí sino en su centro de operaciones en Antímano y Carapita, en las tertulias de su grupo La Esquina del Callejón. 

Contigo descubrí que leer a Marx estaba bien muy bien todo arisco, pero si tu lectura no acompañaba esas discusiones de las tres fuentes y tres partes integrantes del Marxismo, la revolución era vodka puro bajo una nevada en Cracovia.

Tu palabra implica un compromiso político con la izquierda, con la lucha armada, con las revoluciones y tu relación con el amor nos exige contemplar a la mujer después del sexo para celebrar el amor compartido, el que se genera luego del orgasmo, el que celebra que ella camine, se bañe, se fume un cigarro, y gire el grifo para tomar una ducha que le devuelva la normalidad necesaria para resistir esta sociedad.

Tu eres el padre del Desenfado en nuestra poesía, te sueño leyendo en una plaza junto a Lydda Franco Farías, toda tu poesía.

Tu gran Manifiesto, Maseratti tres litros, nos conecta con la vanguardia Latinoamericana, con las ars poéticas de la poesía escritas en nuestro idioma, su ritmo acelerado, como una carrera de fórmula uno, pero también como los movimientos sociales y culturales de tu época. Es triste saber que aún te leemos tan mal. Que no estás en el imaginario de todo el país ni del continente

El callejón de la puñalada tiene tu huella, tu espíritu y tu aliento, así lo quieran invisibilizar con otras rutinas. Hasta alli tambien me fui a beberte varias noches, con William Osuna y Hector Seijas,  Gabriel Jiménez Emán y el Viejo Andrés Mejía, Miguel Marquez y Carlos Duque, puros muchachos buena conducta que aspiramos encontrarte en el sorbo de un tercio y en la lectura de tus poemas en voz alta. 

Recuerdo con alegría una noche de fiesta en la casa de mis amigos Raquel Ortiz y su esposo Sarino, músico de la Orquesta Típica Nacional, que conocí a dos de tus hijos y a tu ex esposa. Tu hija canto esa noche Boleros y hablamos de ti un buen rato. Estar ceca de ellos me permitió de una u otra forma acercarme al Chino Padre, Esposo, recuerdo que en tu hija descubrí tu mirada, tantas veces registrada por los lentes de Vasco Szinétar y el Catire Hernández de Jesús.

Hoy recuerdo también cuando fui a casa de Carmencita Martínez en Chacao y supe que pernotabas en su casa en una época con cierta frecuencia. Estar en su casa me acercaba  a ti a tu presencia. 

Allí supe de tu partida física, de tus últimos días, de esa tristeza que pretendía emboscarte,  y que muy bien dibujaste en los últimos textos de tu libro póstumo Del ridículo arte de componer poesía

Espero haber contribuido en esta época a curar tu tristeza. Hoy la poesía se ha vuelto acto público, celebración y también batalla, tus designios  se cumplen de una u otra forma en nuestras calles y nadie puede negar tu existencia en tus 80, Hoy te leemos en todo el país Chino este más vivo que nunca.







AMANECÍ DE BALA

Amanecí de bala
amanecí bien magníficamente bien todo arisco
hoy no cambio un segundo de mi vida por una bandera roja
mi vida toda la cambiaría por la cabellera de esa mujer
alta y rubia cuando vaya a la Facultad de Farmacia se lo diré
seguro que se lo diré asunto mío amanecer así
esta mañana cuando abrí las puertas con la primera ráfaga
alborotando tumbando todo entraron a mis pulmones
los otros poetas de la Pandilla de Lautréamont
grandes señores tolerados a duras penas por sus mujeres
al más frenético le pregunto por su libro vagancia city
como me gusta complicar a mis amigos los vivo nombrando
el diablo no me llevará a mí solo
ella antiguamente se llamaba Frida y estaba residenciada en Baviera
en una casa de grandes rocas levantadas por su amante vikingo
sus locuras en el mar de los sargazos
hay sol hasta la madrugada y creo que jamás moriré
sin embargo deseo que este día me sobreviva
soy desmesurado o excesivo y no doy consejos a nadie
pero hoy veo más claro que nunca y quiero que los demás participen
hermoso día me enalteces desenfrenada alegría
no tengo comercio con la muerte no le temo
llevo en la sangre la vida de cada día soy de este mundo
bueno como un niño implacable como un niño
guardo una fidelidad de hierro a los sueños de mi infancia
en este punto soy socrático él y yo elevamos volantines
restituimos la edad de oro el “qué habrá” al final del arco suspendido
ahora mismo se está mudando un río
hoy una morena de belleza agresiva me dijo pero si estás lindo
entonces yo le dije acaso no sucede cada dos mil años pierdo el hilo
día de advenimiento de locos combates de amor a altas temperaturas
desnudos nos hundimos en las agua del mismo río

……………..


OFICIO PURO
Cómo camina una mujer que recién ha hecho el amor
En qué piensa una mujer que recién ha hecho el amor
Cómo ve el rostro de los demás y los demás cómo ven el rostro de ella
De qué color es la piel de una mujer que recién ha hecho el amor
De qué modo se sienta una mujer que recién ha hecho el amor
Saludará a sus amistades
Pensará que en otros países está nevando
Encenderá y consumirá un cigarrillo
Desnuda en el baño dará vuelta
a la llave del agua fría o del agua caliente
Dará vuelta a las dos a la vez
Cómo se arrodilla una mujer que recién ha hecho el amor
Soñará que la felicidad es un viaje por barco
Regresará a la niñez o más allá de la niñez
Cruzará ríos montañas llanuras noches domésticas
Dormirá con el sol sobre los ojos
Amanecerá triste alegre vertiginosa
Bello cuerpo de mujer
que no fue dócil ni amable ni sabio




…………….                



RELACIÓN PARA UN AMOR LLAMADO AMANECER

En la galaxia espiral de andrómeda existe
un florido planeta donde los ríos no ahogan el mar
donde fuego y hielo queman las contradicciones
donde no hay necesidad de regreso
donde 0 x 0 es más que el infinito
donde los puntos cardinales son más de 100 millones
norte y lia sur y símbolo espliego y araceli
miguel y adriana orfeo y atabal cedro y valquiria
misterio y prodigio neón y asfalto rosa ercilia y dionisius
antonio y elena mis pobres padres mis pobres virreyes de indias
mi viaje a europa este y adelfa oeste y clavicordio
donde todos viven en éxtasis
donde nada ni nadie es vil
donde el sol es anillo y ritual de bodas
donde somos ráfagas de luz y nos desplazamos en silbos
un planeta limpio y pulido
donde los enamorados viven en palacios flotantes
donde dios tiene un puesto de revista mal atendido y mata el tiempo hablando del pasado
con buda y mahoma y el vendedor de verduras de la esquina
y la gente ya los conoce y la gente cuando pasa dice
"esos cuatro vagos son panita burda"
donde el hijo de dios y los ángeles del desenfado
beben el aire de las avenidas sobre sus motos trepidantes
donde no hay academias militares ni policías ni cárceles ni monedas
donde somos sabios
donde somos buenos
donde los últimos insidiosos
escaparon por un túnel y cayeron al vacío
astro paradisíaco amado y defendido
por francotiradores y poetas
donde la muerte está de capa caída
donde los hombres son gentiles
donde las mujeres son ramos de jacintos
de labios y de ojos cambiantes de colores
un astro moderato cantabile
donde la noche es vino y alegría hasta el amanecer
su capital es una ciudad resplandeciente llamada estefanía
donde tú tienes señorío
donde eres reina
ese planeta es mi corazón errante.


……………..


MASSERATTI 3 LITROS

A seiscientos kilómetros por hora cuestiono todo
no tengo paz ni sosiego y digo cuestiono todo
me dejo llevar me gusta cuando me sucede
el animal que soy sobre las catedrales husmeando
mi desmedido desenfado mi boca salvaje
cerrando y abriendo puertas espantosas
la micromáquina filmadora de sueños
una escalera una antorcha para quemar la nueva Babilonia
desde arriba y desde abajo asalto el círculo
esta noche dormiré en los tejados para no comprometer a nadie
de paso me orino en el parque de los escritores
nos conducimos por dentro y por fuera
enero sin suéter cuello de tortuga es conflictivo
nada cae por su propio peso menos la desdicha
a esta velocidad soy el único que ha visto lo lejos y lo inmediato del desorden
conozco tales deidades que me da risa
entonces he aqui al hombre que no tenia sombrero y necesitaba
trabajar con sombrero y salió a la calle con su mujer desnuda
sobre su cabeza y en la parada del carrito por puesto encontró a su amigo
del alma y éste le preguntó
-“Esa no es Eloísa” y el le dijo
-“Sí pero no creo que se note mucho” y el amigo del alma le respondió
-“Bueno la verdad que regular”
y cuando entró a la oficina se armó la grande y después
se hizo costumbre y a cierta distancia de tiempo
mandó a hacerle algunas reparaciones en aquellos lugares
donde se hacen hebillas y se componen sombreros y se la forraron
toda por dentro con tafetán rojo y le rodearon la cintura
con una cinta brillante
y no diga usted adornada con plumas de aves exóticas
porque el asunto es serio si lo sabré yo era tanta la necesidad
que se olvidó
y dejó a su mujer colgada de un clavito y se fue
y como todo alucinado que se estima no tengo remedio
lo que aún no hemos visto no es un cementerio de elefantes
ni un buque fantasma ni la consagración de la primavera
lo mío es un masseratti 3 litros
una potente máquina
una agonía de turbinas
mejor si trae consigo los sonetos a Orfeo
qué tiempo lleva escribir un gran poema
inscribirlo después en el grand prix de la posteridad
allá los que se desviven para que el tiempo no los mate
yo me pongo mi chaqueta al revés me voy silbando
miren que dije chaqueta
y dije camisa de fuerza y dije insulina y dije metrasol
pero no miren que no dije terapia ocupacional ni gallo tuerto
lo que aún no se ha visto no son mis celos rabiosos
ni los manuales de econometría para gerentes de empresas
hacen falta barras de dirección y puntas de ejes
alto octanaje y ácido de batería
yo le decía a Cecilia que ningún mundo de agua
era obstáculo para esas largas y bellas piernas suyas
hacen falta tuercas y tornillos rosca fina
despejados platinos y cigüeñales resistentes
al frío con los académicos comedores de ortigas
ahora es que va a dar guerra el Che
necesitamos vestirnos de monte
insurgentes o muertos sin memorias
trágame con cerveza amor mío soy una ostra
sangre de mi sangre
amor bajo el inventario de tus ojos
amor sin comprender que dos bastan para la cercanía
amor tienes que arreglar los papeles menos extraños
y tomar el avión en las estaciones del paraíso perdido
amor a quien miro con el sol derecho volar sin retorno
en el viento soluble
el viejo Orígenes consideraba
que entraríamos rodando en forma esférica
otro es mi problema para qué la poesía
todos los yanquis son unos hijos de puta
hay que matarlos donde estén
no puedo vivir sin conflicto
esta mañana amanecí locamente enamorado de Corea del Norte
yo quiero un estallido atómico
demasiado hemos trabajado para los dioses
en el resplandor del hongo haremos que trabajen ellos
más veloz tiro la casa por la ventana
el sabio penalista dice que el verbo hacer es ilimitado
podemos cantar bailar escribir leer
y también robar estafar violar ofender
en eso estamos hijos míos
yo convierto a las mujeres en armas de guerra
luego ellas deciden vertiginosamente
el comandante entró por las costas del nordeste
mi trago favorito es una parte
de vodka una parte de ginebra una sombra de limón
en este planfleto puedo romperme los dientes
mi vida vale un comino
vorazmente me gustan todas las cosas
mi rostro enloquece en el paisaje
me celebro en la poesía
como quien celebra su boda con un cuchillo
esto fue dicho esto ha sido sostenido
todo el mundo es la ausencia de todo sujeto
estoy sumergido
cuesta bastante mantener un buitre
poder explicar con certeza
cómo el futuro llegará  a vuestras vidas
decir predecir ahondar más hondo
siempre el infinito al desnudo
mi corazón es más luminoso
que todos los soles tragados por la tierra
No iremos al cine a ver la vida del siervo de dios
claro está que nació en isnotú del estado Trujillo
y como uno también es de ese estado
y qué diablos hace este señor aquí
me enerva el chovinismo de gran aldea
¡eh! guerrilleros
el tiempo de los verbos nada importa
según lo que hemos pesado visto y medido
vendrán dias terribles
el que piense llorar como un bendito
que vaya comenzando
yo dentro de la burbuja bailo pata pata
hoy recibí carta de mi amor mi amor está por llegar
escribo palotes porque esta agonía no es de hoy
esta agonía no es ni hija ni patrimonio de las armas liberadas
la muerte venezolana era ya sin nosotros
la muerte boba
la muerte sin papeles sin paga sin reclamo
la muerte arboladura de los poderosos
vieja costumbre mal acostumbrada
descomunal zamuro devorando vivos a los pobres
el orgullo lo que nadie puede negarnos
es la irresistible trascendencia desde nuestras caidas
y la violenta muerte del enemigo
aprendimos a matar salto adelante
hablamos largamente de la hipófisis
ese tirano desconocido sentado en nuestra silla turca
hay que echarlo afuera para que la confusion sea total
el problema es encontrar la puerta llenar el cuarto de agua
aun cuando en ello dejemos el orden el sub-orden la especie
la estancia del viejo linaje
debemos ahondar para seguir
no olviden cruzo el laberinto a seiscientos kilómetros
la raiz cuadrada de un rayo de luz más todos los sueños
estamos desquiciados pero ni esto tenemos de tontos
por eso dije críticamente
lo que aún no se ha visto es el país girar enloquecido
estoy en mi oficio
quién puede descansar en el filo de una hojilla
un barril de pólvora es un barril de pólvora
claro dirán los expertos qué mas puede ser
lo que yo digo es dónde conseguir uno para volar los códigos establecidos
uno se mete en cada lío de miedo esto no da dividendos
vivo en el mismo sitio cúantos querrán verme vestido de madera
hoy somos aire esparcido pero mañana
el hombre dobló la cintura hacia adelante
su ojo izquierdo rodó por tierra sin inmutarse
digo sin inmutarse el hombre no el ojo sería el colmo
luego tomándolo cuidadosamente lo colocó en su sitio
al instante moría de susto estaba al revés se vio por dentro
si quieres historia hazla tú mismo
urgentemente seguimos necesitando barras de dirección
la más radiante noticia de año nuevo
los comandos vietcong toman la ofensiva
desean algo más bien
para un sinfin de personas un pernil de cordero
o de ternera de leche de unos 2 kilogramos y medio
60 dientes de ajo 1 vaso de ron
2 décimas partes de un litro de vino blanco muy dulce
un poco de manteca de cerdo sal y pimienta
si empezamos al amanecer al atardecer el fuego estará listo
alrededor del más terrible tablero de ajedrez
cenarán algo que durante siglos viene rodando
pernil al ajillo a la manera de Heráclito de Efeso
luego vendrán unas truchas al vino rojo el más rojo
servidas bajo el resplandor de nuestras banderas
vivimos en un perenne combate
que cada quien elija su destino
un hombre camina dando y recibiendo golpes
atrás deja la semántica y los deberes ciudadanos
agua y pez al mismo tiempo
destruye lo posible para no ser aniquilado
nos obliga a llevar un vaho de pistolas en la nuca
que nadie duerma tranquilamente
¡oh! ese amor suyo por la guerra de los pueblos
ofendidos considerarán que esto no es un poema
y tienen razón tal ves una canción de cuna
ahora sé que estoy loco por completo
pero se acabó la cantinela se acabó la coba
a partir de mi la palabra es un escalofrío
ahi queda esto
subo y arranco mi potente masseratti 3 litros
rafagueante doy mis sesos contra un muro
después el otro infierno











Víctor Valera Mora (Valera, 27 de septiembre de 1935 - Caracas, 29 de abril de 1984), fue un poeta venezolano perteneciente a la Generación del 58.
En 1951 se residencia junto a sus padres Antonio Isidro Valera y Elena Mora en San Juan de los Morros, donde transcurre su adolescencia. En 1956 obtiene el título de bachiller en filosofía y letras en el liceo Santa María de Caracas. Inicia estudios de Sociología en la UCV donde se gradúa en 1961.
Ese mismo año se realiza una modesta edición artesanal de su primer libro Canción del soldado justo, Ediciones Luxor. Comparte con los poetas Caupolicán Ovalles, Ángel Eduardo Acevedo y Luis Camilo Guevara como miembro de la «Pandilla Lautréamont».
En 1969 se residencia en Mérida, donde trabaja en la Dirección de Cultura de la Universidad de Los Andes. Dos años después, publica Amanecí de bala, con portada del pintor Carlos Contramaestre,  en Impresora Regional Andina. En 1972 aparece Con un pie en el estribo en Ediciones la Draga y el Dragón. En Italia vivió varios años y escribe ahí su último libro, 70 poemas stalinistas. Entre 1974 y 1976 trabaja en la exposición de La Gran Papelería del Mundo.
En 1979 publica 70 0poemas stalinistas, con portada del pintor Mateo Manaure, con el cual gana el Premio de Poesía del Consejo Nacional de la Cultura en 1980. Por cinco años (1976-1981) se desempeña como promotor cultural del Consejo Nacional de la Cultura (CONAC).
Falleció el 29 de abril de 1984 en la ciudad de Caracas.

Diez años después aparece Del ridículo arte de componer poesía, publicación póstuma que recoge la producción poética de Valera Mora entre 1979 y 1984. En 2002 el Fondo Editorial Fundarte publica sus Obras completas.[1]





Víctor Valera Mora nació en Trujillo el 20 de septiembre de 1935. Es el mejor exponente de ese período de esperanzas en la lucha contra las opresiones sociales y la búsqueda de nuevos sentidos para la vida. Trabajó en la ULA, en el Conac, y en la biblioteca ambulante de los Ovalles, conocida como La gran papelería del mundo. Miembro del Partido Comunista fue puesto en prisión durante las manifestaciones contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez (1953-1958) a finales de 1957. Junto a Luis Camilo Guevara, Mario Abreu, Pepe Barroeta y Caupolicán Ovalles, el “Chino crea la Pandilla de Lautréamont, en Sabana Grande. La canción del soldado justo (1961) fue su primer libro, al que le siguió , Amanecí de bala (1971), diez años separaban los dos poemarios. 70 poemas estalinistas fue el último libros publicado en vida del poeta. Recibió el Premio Conac de Poesía en 1980. Falleció en Caracas en 1984. [2]




[1] Tomado de https://es.wikipedia.org/wiki/V%C3%ADctor_Valera_Mora
[2] Tomado de http://www.celarg.org.ve/Ingles/Don%20Victor%20Valera%20Mora.htm