PERFIL
Gloria Martín: Bandolera irreductible de la canción*
POR CLODOVALDO HERNÁNDEZ
FUE UNA DE LAS GRANDES FIGURAS
DE LA
CANCIÓN NECESARIA DE LOS 70 Y 80,
Y HOY SIGUE FIRME EN SUS IDEAS
REVOLUCIONARIAS.
SIEMPRE HA SABIDO QUE
CUANDO A LAS MUJERES LES CRECEN
LAS IDEAS,
HAY GENTE QUE COMIENZA
A DECIR DE ELLAS COSAS MUY FEAS.
SIN
REPARAR EN TALES COMENTARIOS,
HA DESARROLLADO UNA BRILLANTE CARRERA
COMO
DOCENTE, ENSAYISTA Y POETA
Desde finales de los años 60 le cantó a los mártires, como Fabricio
Ojeda y Jorge Rodríguez (padre); le cantó a los presos políticos del
cuartel San Carlos y también a todos los demás presos; le cantó al padre
Camilo Torres y hasta —con toques de humor negro— le cantó al arma de
los que disparaban primero y averiguaban después: Pobrecita la pistola /
que no tiene vacaciones / disparando siempre al aire / al aire de los
pulmones.
Gloria Martín se consolidó como una de las grandes voces de la
canción de protesta, luego conocida como la canción necesaria. Pero lo
más trascendente es que hoy, más de cuatro décadas después, sigue firme
en sus convicciones. “Es un vaso comunicante imprescindible en la
historia de la conciencia colectiva hecha canto”, dice la melómana Lil
Rodríguez, quien recuerda que Martín fue fundadora, junto con Alí
Primera, de la cooperativa artística Cigarrón, que tenía entre sus
utopías un sello disquero alternativo.
Surgida de la cantera de luchadores revolucionarios que fue, en ese
tiempo, la Universidad Central de Venezuela, la cantautora también hizo
carrera en el Alma Mater. Graduada summa cum laude en la Escuela de
Artes, se especializó en Promoción Cultural, se integró al cuerpo
docente y llegó a ser profesora titular. Un doctorado en Historia de la
Cultura fue el corolario de una brillante trayectoria, digna de quien
advirtió, en uno de sus temas, con singular ironía: Mujer, si te han
crecido las ideas / de ti van a decir cosas muy feas…
Acompañada del sonido característico de la guitarra —típico de la
canta revolucionaria de la época— o del muy criollo cuatro, Gloria
Martín solía llenar la Sala de Conciertos de la UCV. Su voz solidaria
también retumbaba en toda clase de actos políticos y populares,
compartiendo tarimas con los grandes intérpretes del género
contestatario, como Alí Primera, Soledad Bravo, Xulio Formoso, Lilia
Vera y colectivos como Los Guaraguao y el grupo Ahora. “La invitamos a
cantar en nuestra graduación, en el liceo Briceño Méndez de El Tigre, en
1973, y allí estuvo”, cuenta el periodista Eugenio Aguilera.
La negativa a comercializarse y la dedicación a la vida universitaria
interrumpieron su recorrido artístico por varios años. A mediados de
los 80 tuvo un efímero retorno al canto. Paralelamente, creció como
poeta y ensayista, produciendo obras como Versos de un o sea no
pacífico, De los hechizos de Merlín a la píldora anticognitiva,
Pensamientos de Simón Rodríguez, El perfume de una época y Metódica y
melódica de la animación cultural.
Luego de acogerse a la jubilación en la universidad y tras sufrir
severos problemas de salud, ha seguido participando en la lucha por una
sociedad más justa e igualitaria. En la actualidad, ya bastante
recuperada, es parte de los esfuerzos por conformar un Frente de
Intelectuales y Artistas del Gran Polo Patriótico.
“Siempre militante en las alturas de su compromiso, consecuente con
la revolución socialista”, resume Iván Padilla, perteneciente al grupo
de aquellos presos del cuartel San Carlos a los que Gloria Martín cantó
uno de sus más célebres versos:
Presos están, irreductibles son /
levantan entre rejas banderas de redención /
Bandoleros son, asaltantes
del poder, pioneros de la Revolución;
versos que, con justicia, también
pueden aplicarse a la insigne cantora.
POR CLODOVALDO HERNÁNDEZ
* tomado de: http://www.ciudadccs.info/2014/12/perfilgloria-martin-bandolera-irreductible-de-la-cancion/
Clodovaldo, porque eso es así, es inexplicable (y a la par injustificable) que los movimientos feministas en Venezuela no ejerzan temas de Gloria como "Mujer" o "Cuánto Trabajo". Es posible que ni conozcan los temas de Gloria y eso es desconocer la historia cultural de Venezuela y cómo desde hace décadas, en los tiempos más difíciles, una venezolana -entre las muchas cosas que realizó- también alzó las raices feministas o con perspectiva de género con su canto y su ejemplo. En toda Latinoamérica tienen como estandarte las dos canciones antedichas, en diferentes versiones, especialmente "Cuánto Trabajo", por Mercedes Sosa y "Mujer" por Amparo Ochoa. Para muchos de nosotros Gloria Martín es casi una leyenda, inolvidable y única en su vida y trova. Un abrazo, fuerte y libertario!.
ResponderEliminarJosé Javier, qué buena información! Gracias
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